Aves

Un ave puede ser una excelente mascota para muchas personas, brindan compañía y su canto eleva el estado de ánimo del ser humano.

Yo soy de la firme opinión que no se deben tener en casa por ningún motivo animales silvestres ya que estos no son mascotas. En este post me voy a referir a las aves que se crían en cautiverio con la finalidad de ser mascotas. No a los que son apresados y arrancados de su medio ambiente que no deben ser nunca comprados ya que solo fomentamos el comercio ilegal de este tipo de animales que llegan a la ciudad y terminan muriendo por una serie de condiciones y descuidos a los que son sometidos.

Un pájaro sano se muestra incansablemente agitado, alegre y despierto. El plumaje aparece compacto y bien apretado, ceñido al cuerpo. Los movimientos son rápidos y vivos, el animalito picotea con frecuencia los alimentos, los barrotes y posaderos. La mirada es vivaz y la pupila brillante.

Cualquiera de las siguientes situaciones deben alertarnos a acudir rápidamente donde el médico especialista ya que sucede que cuando las aves llegan al médico tienen procesos patológicos muy avanzados y es muy difícil poderlos tratar. La disminución general de la vitalidad, falta de cuidado con acumulación de suciedad en plumaje y patas, mirada poco alegre y viva, restos de excremento pegados en la cloaca, posición caídas de las alas en vez de permanecer pegadas al cuerpo, hacerse “bolita” son algunas de las “llamadas de alerta” a las que debemos estar muy atentos para poder dar el cuidado oportuno a nuestra mascota.

Para mantener a nuestras aves sanas es sencillamente imprescindible mantener sus jaulas en óptimas condiciones de limpieza. Un elevado porcentaje de enfermedades infecciosas se incuban en jaulas descuidadas, en cuyas bandejas se acumula el excremento fermentado. El fondo de la jaula debe ser cubierto con arena, de preferencia la que usualmente se usa en las bandejas sanitarias de los gatos que es absorbente y desodorizante, fácil de encontrar en tiendas para mascotas y supermercados. La arena desecara los excrementos evitando su posterior fermentación. En caso usemos esta arena la bandeja se podrá limpiar incluso dejando unos días. Si no se utiliza este material, es recomendable la limpieza diaria.

Debemos evitar que el pájaro picotee los excrementos de la bandeja. Por esto, las jaulas suelen ser provistas de una parrilla que mantiene aislados al fondo los residuos. La parrilla evitara además que las patas se ensucien, pudiendo formarse verdaderas masas de suciedad entre los dedos en caso no se utilice. Estas masas de suciedad pueden dar lugar a infecciones en las patas por hongos.

 

Cuando periódicamente limpiemos el fondo de la jaula, la limpieza debe extenderse con particular cuidado a la rejilla, los residuos que quedan pegados en ella están en contacto directo con el animal, siendo por tanto peligrosa su acumulación.

 

Además de la limpieza normal y periódica de las jaulas, sus bandejas y parrillas, limpieza que podríamos denominar “normal”, es muy conveniente la desinfección periódica mensual o quincenal dependiendo del número de aves que tenemos juntas, utilizando un bactericida o desinfectante especialmente preparado para el uso ornitológico. Este detalle es de suma importancia dada la costumbre de muchas aves de lamer y picotear los barrotes de la jaula. De esta misma manera se deben limpiar y desinfectar periódicamente los percheros, saltadores, comederos y bebederos. Los bebederos mal limpiados son un excelente medio de cultivo para la proliferación de microbios. Es muy  importante que el pájaro no pueda beber agua contaminada por deyecciones, para esto se emplean bebederos exteriores de tubo.

 

Es de gran importancia que las jaulas y sus accesorios reúnan una serie de condiciones que hagan su limpieza fácil y eficaz al máximo. Son recomendables las jaulas totalmente metálicas, que pueden ser bañadas durante horas en soluciones desinfectantes. Las jaulas deben tener el menor número de rincones muertos de difícil acceso para el desinfectante o el cepillo. Las jaulas muy artificiosas, rebuscadas, difíciles de limpiar, son en general más aparatosas que prácticas.

 

Las siguientes son las condiciones de tipo ambientales que debe reunir toda pieza destinada al alojamiento de un pájaro, es importantísimo el que esta mantenga una temperatura constante y adecuada a las necesidades de cada especie. En general, solo los pájaros tropicales necesitan calefacción artificial que eleve la temperatura por encima de los 20 grados centígrados en invierno. Los pájaros europeos, el canario y el periquito, viven bien en invierno en habitaciones abrigadas pero no calentadas, con una temperatura media que no debe sobrepasar en ningún caso los 17 grados centígrados. Un exceso de temperatura ambiental, no tarda en provocar desequilibrios hormonales, que conducen a la “falsa muda invernal”, cuadro de  desequilibrio general, perdida de la vitalidad y canto que puede dejar a los animales imposibilitados para reproducirse al llegar la primavera.